- El Ayuntamiento ha comenzado a reducir el espacio de aparcamiento para motos en algunas calles sin ofrecer alternativas
- ANESDOR pide al Ayuntamiento que fomente el uso de la moto como una solución de movilidad eficiente y sostenible
- Si aumentan los desplazamientos en moto disminuirán los niveles de emisiones, se minimizarán los atascos y la reducción de los tiempos de desplazamientos beneficiará la conciliación familiar de los ciudadanos que no viven cerca de sus trabajos
Barcelona es una de las capitales europeas de la moto y esto la sitúa un paso por delante de muchas otras ciudades en el marco de la nueva normalidad provocada por la pandemia del COVID-19. El Ayuntamiento tiene una oportunidad incomparable para potenciar y aprovechar los beneficios que presenta una movilidad ligera de gran tradición histórica en la ciudad.
La moto es un vehículo que encaja a la perfección en el entorno de una movilidad multimodal. Su uso es compatible al de otras formas de desplazamiento, como ir andando o en bicicleta, con la ventaja de ampliar los rangos de distancia. En el marco de las distintas soluciones de transporte que necesitan los ciudadanos, la moto es la mejor opción en muchos casos, especialmente para aquellos que no viven cerca de sus centros de trabajo.
El Ayuntamiento ha comenzado a reducir el espacio para aparcar motos en algunas calles sin ofrecer una alternativa a los ciudadanos. Desde ANESDOR creemos que en las aceras la prioridad debe ser siempre del peatón, pero es necesario, como se ha planteado al Consistorio, que se creen más plazas específicas en calzada para que los usuarios de vehículos de dos ruedas puedan cambiar la tendencia actual y aparcar en otro lugar. Es necesario ofrecer alternativas.
Una apuesta clara por la moto
El área metropolitana de Barcelona ya cuenta con un parque de 490.000 motos y debe reforzar su presencia contribuyendo mediante sus políticas de movilidad a su crecimiento. Cada vez hay más opciones de motos eléctricas y las convencionales que se comercializan hoy en día son extremadamente eficientes. La ciudadanía ya es consciente de esto, motivo por el que en los últimos años la tendencia es clara: cada vez más ciudadanos se desplazan en moto.
La pacificación de la ciudad ampliando las zonas 30 fuera de las grandes arterias de comunicación es una medida que favorecerá la seguridad. Está demostrado que hay más seguridad para todos los usuarios de la vía cuando las velocidades son más parejas y la potenciación de esta medida favorecería a todos los usuarios vulnerables, que según la definición de la Organización Mundial de la Salud, son los peatones, los ciclistas y los motoristas. Adicionalmente, permitir a los motoristas circular por el carril bus también contribuiría a mejorar su seguridad.
A corto plazo, en el proceso de desescalada del confinamiento, la moto es más necesaria que nunca por su capacidad de absorber las limitaciones del transporte público, especialmente en los accesos al área metropolitana.
Es necesario que Barcelona aproveche la fortaleza que tiene en el ámbito de la moto y la potencie. La ciudad debe apoyarse en la moto en su nueva movilidad.
